Raquel y Carlos son el tipo de novios que cualquier fotógrafo querría hacerles el reportaje. Espontáneos, alegres, sencillos y mejores personas, colaboraron desde el primer momento y cuando llegó el día de su boda se mostraron tal y como eran, se emocionaron , rieron y disfrutaron de cada momento al máximo sin estar pendiente de las cámaras.La familia y amigos que los acompañó no podían ser de otra manera, personas sencillas y agradecidas entre los que nos sentimos muy bien acogidos, en definitiva, una boda en la que trabajas muy a gusto.
Tanto la ceremonia como el banquete la celebraron en los Jardines de AguaNevada en Lucena (Córdoba), por lo que decidimos hacer las fotos de exteriores en un postboda y así poder pasar directamente de la ceremonia al banquete sin tener que hacer esperar a los invitados.
Fué un día de mucho calor, lo que no impidió que tanto los novios como los invitados bailaran y bailaran sin parar durante toda la celebración, nunca he visto tantas personas bailar tan bien como en la boda de Raquel y Carlos, poco después me enteré que muchos de los invitados pertenecían a una escuela de baile, todo un espectáculo.